Un income trader es un operador que realiza trading con opciones financieras. Su característica principal es que realiza estrategias que arrojan un alto porcentaje de operaciones ganadoras y, por ende, ofrecen largos períodos de beneficios recurrentes en el tiempo.
Esto se consigue mediante estrategias de opciones con theta positiva, es decir, estrategias en las que el mero paso del tiempo nos genera beneficios. No obstante, este aspecto no quiere decir que otros factores como movimientos del mercado o cambios en su volatilidad implícita no puedan llevarnos a estar con pérdidas latentes en nuestras posiciones. La buena noticia es que con una gestión y control adecuados el efecto irreversible del tiempo tiende finalmente a imponerse a nuestro favor. De esta forma conseguimos cerrar con rentabilidad positiva la mayoría de estrategias operadas.
Las opciones financieras son el único activo financiero que permite esta posibilidad debido a su propia estructura y a poder venderlas –estar cortos- pues cotizan en cámaras y mercados perfectamente regulados. Ningún otro activo financiero nos ofrece la cualidad de poner el paso del tiempo a nuestro favor.
Por tanto, teniendo todo esto en cuenta, es obvio que la principal virtud de estos traders es cómo gestionan emocionalmente el paso del tiempo, es decir, su capacidad de paciencia. Según la RAE, el término paciencia en su primera acepción es “la capacidad de padecer o soportar algo sin alterarse”, lo cual es común a todo tipo de operativas y estrategias de trading. No obstante, lo que caracteriza al income trading con opciones es que nos encontramos con una cuantía concreta acerca del valor que nos reporta cada día que permanecemos dentro de la posición. Podríamos decir que nos ampara una conversión directa paciencia-tiempo-ingresos, también conocida en el argot como “Theta Positiva”.
En una operativa direccional, por ejemplo comprando acciones con un horizonte de medio plazo, hemos de saber esperar el momento justo de entrada según nuestro plan de trading. De la misma manera debemos proceder en nuestro trading con opciones en el momento que surja la oportunidad de abrir posiciones. Hasta aquí no es muy distinto al enfoque tradicional.
No obstante, en la siguiente imagen vemos cómo evoluciona a lo largo del tiempo una estrategia con opciones bastante típica: un iron condor. Apreciamos cómo su beneficio va en aumento o bien las pérdidas en descenso según vayan transcurriendo los días siempre y cuando ésta permanezca razonablemente centrada con respecto al precio de su subyacente.
Cada una de las líneas supone la estimación de beneficios o pérdidas de nuestra posición en diferentes días desde el momento de entrada a mercado. La última de ellas –línea verde horizontal- corresponde al resultado final de la posición el día de su vencimiento.
Por tanto, el tiempo es el motor principal de esta estrategia de opciones. Igualmente, si el tiempo es nuestro generador de valor más importante, nuestra paciencia y capacidad para permanecer dentro de la posición se convierte en una cualidad fundamental para el buen desenlace de la misma.
Por supuesto, no debemos pensar que vamos a tener en todo momento beneficios latentes en nuestra posición aumentados día tras día. En un buen número de las operaciones que realicemos será así desde el primer momento pero ni mucho menos esto está asegurado en todas ellas. (De serlo estaríamos ante una operativa que no pierde nunca y eso obviamente aún no existe en los mercados ).
En ocasiones el mercado evolucionará en nuestra contra haciéndonos asumir pérdidas latentes. Tampoco esto significa ni mucho menos que estemos condenados a perder sin remedio en la posición. Estas ocasiones hemos de gestionarlas de manera que el paso del tiempo tienda a regresarnos a terreno positivo. Es en esos momentos cuando un trader debe conocer en profundidad los puntos fuertes de la estrategia que opera. Además también será vital que tenga planificados qué ajustes realizará puntualmente para contener y modular el posible aumento de sus pérdidas actuales en caso necesario.
En nuestra experiencia, todo ello en conjunto conseguirá nutrir y mantener nuestra paciencia y actitud necesarias para gestionar estas “curvas” de la operación. En la medida que nos impacientemos estaríamos complicando el buen desarrollo y evolución de la estrategia en cuestión y lo peor de todo, estaríamos perdiendo la objetividad y disciplina a la hora de gestionar nuestro riesgo y máximas pérdidas posibles.
Esta apreciación proviene de nuestra experiencia y observación a lo largo de muchos años de personas que se iniciaban en este tipo de operativa. No se trata sólo de permanecer dentro de la posición sino de nuestra capacidad de permanecer quietos, es decir, de no hacer ningún ajuste en ella mientras no sea necesario. A efectos prácticos es ahí donde reside la verdadera paciencia del trader de opciones: Ser capaz de esperar sin sucumbir a la tentanción de operar durante la espera. En no pocas ocasiones hemos visto cómo traders principiantes han malogrado estrategias debido a realizar ajustes innecesarios por el mero hecho de no haber sido capaces de permanecer quietos y pacientes sin operar.
A veces, la sensación de lanzar órdenes a nuestro broker crea una falta ilusión de control sobre el mercado y, por ende, sobre nuestras posiciones como si eso agilizara el proceso de recuperación de las mismas. Cuando esto ocurre es necesario abrir un diálogo interno, es decir, un verdadero ejercicio de auto-consciencia, muy necesario para todo trader que tienda a actuar y operar de forma impulsiva y alejada de su plan de trading original.
Finalmente, quedémonos con la idea de que estamos ante una operativa con unas ventajas únicas, sólo disponibles en las opciones financieras y en la cual cobra un peso vital nuestra capacidad de mantenernos mentalmente calmados y firmes tanto si la posición evoluciona a nuestro favor como en contra. Dejemos que el tiempo realice su trabajo día tras día.
Mis mejores deseos.
Angel J. Gálvez Gálvez
Gestor de cuentas especialista en opciones financieras.
GPM Broker S.V., S.A.
angelgalvez@gpmbroker.com